Por su intensidad, los dolores de encías a menudo requieren en un primer momento la aplicación de remedios para aliviar las molestias que genera. Eso sí, en seguida hay que solicitar la intervención inmediata de un especialista, que se encargará de valorar los mejores tratamientos, como la extracción de la muela o un tratamiento de conductos para reparar los nervios infectados subyacentes. Pero no te asustes, antes de llegar hasta ese extremo hay mucho que puedes hacer para sentirte mejor.

¿Dolor de encías? Descubre cómo calmarlo de forma eficiente
Causas comunes del dolor de encías
Una de las principales causas del dolor en las encías es la acumulación de placa dental, que ocasiona la llamada gingivitis, con síntomas habituales como hinchazón, sangrado y dolor. Si no se tratan estas afecciones iniciales, pueden llegarse a situaciones extremas, como la enfermedad periodontal, que afecta a las encías hasta provocar la caída de los dientes.
Pero son varios los factores que pueden causar estos dolores de encías, además de la placa:
- Cuidado bucal deficiente: La acumulación de residuos puede causar inflamación apenas 24 horas después de los primeros depósitos.
- Gingivitis: La gingivitis es una inflamación de las encías, a menudo debida a la acumulación de placa dental. Sin tratamiento, puede evolucionar hasta convertirse en periodontitis.
- Periodontitis: Es una infección de las encías que también afecta al hueso que sujeta los dientes. De no tratarse, puede conducir a la pérdida de dientes.
- Lesiones y heridas: El dolor de las encías también puede deberse a un simple corte o a un efecto de abrasión por un cepillo de dientes demasiado fuerte o al uso inadecuado del hilo dental.
- Variaciones hormonales: Los cambios hormonales dan lugar a cambios en el tejido gingival que incrementan la sensibilidad. Por eso, el dolor de encías es más frecuente en ciertas etapas de la vida (durante el embarazo, la pubertad, el uso de anticonceptivos orales, la menopausia y algunos períodos del ciclo menstrual).
- Aftas (llagas): Las aftas son pequeñas lesiones ulcerosas superficiales que se forman en la mucosa dentro de la boca. Pueden provocar dolor en las encías. Pueden deberse al estrés, al daño al tejido oral, o a un problema mayor tal como un sistema inmune debilitado o enfermedad gastrointestinal.
- Abscesos: Los puntos blancos que pueden verse en las líneas de las encías son abscesos. Suelen estar causados por una infección de bacterias en las encías. Puede aumentar de tamaño hasta dar lugar a granos o flemones, muy dolorosos. También pueden deberse a una infección en la raíz del diente, debido a una caries profunda o un traumatismo dental. Su tratamiento suele ser antibiótico, bajo prescripción médica.
- Bruxismo: El bruxismo, es decir, el trastorno que consiste en rechinar o crujir los dientes, especialmente durante la noche, causa dolor en la mandíbula, las mejillas y las encías debido a la fuerte presión ejercida.
- Caries: La caries es una enfermedad infecciosa del diente causada por bacterias que poco a poco destruyen el esmalte y luego la dentina y dañan la encía, con el consiguiente dolor que se extiende fácilmente.
- Aparatos y prótesis: Los aparatos de ortodoncia mal fijados o el uso de prótesis dentales puede irritar la encía y producir dolor, sobre todo al principio, cuando intenta abrirse paso.
- Erupción dental: cuando los dientes nuevos emergen a través de las encías, es común experimentar dolor y molestias en las muelas y encías. Esto puede ocurrir tanto en la erupción de los dientes de leche como en la de las muelas del juicio, que a menudo se ven aprisionadas por las piezas ya existentes y deben hacerse un hueco en el poco espacio disponible.
- Falta de vitaminas C, D y K o hierro.
Remedios caseros y tratamientos efectivos
REMEDIOS CASEROS:
En caso de que no puedas visitar a tu dentista de inmediato (por ejemplo, si es de noche o estás de viaje) o mientras esperas la cita, puedes seguir las siguientes recomendaciones con suma precaución para aliviar provisionalmente los síntomas de dolor e inflamación, tanto en muelas como en encías.
- Haz enjuagues de agua tibia con sal: su acción antiséptica mantendrá a raya la infección que genera el dolor, temporalmente. Para aplicar esta solución simple y efectiva, mezcla media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia, haz enjuagues bucales con esta mezcla durante unos 30 segundos y escupe.
- Extrema la limpieza con hilo dental para limpiar los restos de comida, sobre todo en las grietas de la muela.
- Aplica compresas frías sobre la cara externa de la mejilla donde se localiza la molestia para reducir la hinchazón y el dolor. Para ello, envuelve algunos cubitos de hielo en una bolsa de plástico o paño fino por intervalos de 15 minutos.
- El clavo de olor puede ser una opción eficaz por su contenido en eugenol, una sustancia natural con propiedades analgésicas y antibacterianas. Coloca un clavo de olor entero cerca del diente adolorido y muerde suavemente para liberar su aceite. También puedes aplicar aceite de clavo de olor con un algodón en la zona afectada.
- Haz enjuagues bucales de agua oxigenada: Un enjuague bucal con partes iguales de agua oxigenada y agua durante 30 segundos puede resultar beneficioso para aliviar la hinchazón y el dolor.
- Aplica una bolsa de té negro: Rico en ácido tánico, puede ser un buen aliado contra el dolor al adormecer la zona como una anestesia temporal. Coloca sobre el diente afectado una bolsa de té negro humedecida en agua caliente.
- Enjuaga con agua tibia y salvia: Hierve una taza de agua y añade una cucharada de hojas de salvia seca. Deja reposar la mezcla unos minutos, cuélala y haz gargarismos con el líquido como un enjuague bucal tibio durante unos minutos. La salvia posee propiedades antiinflamatorias que combaten el dolor.
- Aplica una pasta de bicarbonato de sodio y agua: Mezcla una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio con suficiente agua para crear una pasta espesa. Aplícala directamente sobre el diente adolorido y déjala actuar unos minutos. A continuación, enjuaga con agua tibia. El bicarbonato de sodio neutralizará la acidez y servirá como remedio temporal.
- Aplica ajo: Junto a su acción antibiótica, se le atribuye el poder de aliviar el dolor temporalmente. Machaca un diente de ajo, mézclalo con un poco de sal y aplícalo en el diente afectado.
- Mastica cebolla: Por sus propiedades antimicrobianas, puede combatir las infecciones. Mastica una pequeña cantidad de cebolla fresca durante unos minutos para ayudarte a reducir el dolor.
- Bebe infusiones de menta y manzanilla: Son conocidas por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. Bebe una taza para atenuar el dolor de muelas.
- Aplica extracto de vainilla: El alcohol que contiene puede ayudar a adormecer el dolor. Aplica una pequeña cantidad de extracto de vainilla en un algodón y colócalo sobre la zona dolorida.
MEDICAMENTOS DE VENTA LIBRE:
Como los remedios caseros, los medicamentos de venta libre pueden ayudar a atenuar el dolor en caso de urgencia. Eso sí, ¡el problema probablemente no solo no mejore sino que empeore si no visitas cuanto antes a un profesional! Coordina una cita con tu odontólogo y pregúntale si, mientras llega el día, puedes tomar algún medicamento de venta libre para mitigar las molestias que sufres. Él sabrá aconsejarte el más adecuado para ti de los que existen en el mercado:
- Analgésicos comunes, como el paracetamol o el metamizol (Nolotil)
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno o el dexketoprofeno (Enantyum)
- Anestésicos tópicos (geles y ungüentos), como la benzocaína
Otros medicamentos como los antibióticos (amoxicilina y ácido clavulánico) y los corticoides están reservados a la prescripción de un facultativo. No recurras nunca a ellos sin la indicación de un especialista.
CONCLUSIÓN
Incluso si sigues todas las recomendaciones y te cepillas los dientes correctamente a diario, no debes faltar a las visitas periódicas con tu dentista. Sin su control periódico y su limpieza profesional, la placa y el sarro se instalarán en lugares complicados de detectar a simple vista. Los odontólogos disponen de las herramientas adecuadas para eliminar estos depósitos y pueden asesorar a cada paciente en función de sus necesidades personales.
Además, los profesionales recomiendan a los pacientes con una buena salud bucal asistir a una sesión de revisión y limpieza dental profesional una o dos veces al año.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.